Junto con el fin del periodo vegetativo, caida de las hojas de de los árboles, llega una temporada nostálgica y el Día de Muertos. El 1 de noviembre se festejan Todos los Santos, es decir, los que fueron al Cielo. En cambio el 2 de noviembre tenemos el Día de Todos los Difuntos cuando se recuerda a todos los fallecidos, rezando por sus almas. En estos días, la gente visita los cementerios, decora las tumbas con flores-crisantemos cuales llegaron de Asia y se cultivan en las macetas. Se enciende las velas que simbolizan la memoria y la vida eterna.
Antes de cristianismo, en los tiempos paganos durante las celebraciones populares llamadas “Dziady” se encendían las fogatas en las aldeas para ayudar a los antepasados llegar a casa, calentar los visitantes y asustar a los que no eran invitados, los demonios. Se convocaba las almas de los fallecidos y se les dejaba comida en las mesas de los hogares. El Papa Gregorio III ordenó las oraciones a todos los santos el 1 de noviembre, en el año 835 pidió al emperador Luis I el Piadoso que introdujera celebraciones en el imperio,100 años después en el año 935 el Papa Juan XI designó este día como un festivo en honor a Todos los Santos, válido para toda la Iglesia. El Día de los Difuntos se inició en el siglo VII por los monjes que rezaban por las almas de sus hermanos. Este festivo se estableció en el año 998 en Francia con el fin de contrarrestar las costumbres paganas.
Se creía que en la noche del 1 de noviembre, las almas venían del inframundo por lo que la gente se contenían de cualquier trabajo doméstico para no dañar accidentalmente un espíritu, por ejemplo con una aguja cociendo. Se intentaba mover con suavidad. Sucedía que un mendigo haya tocado la puerta, no se les negaba la hospitalidad, sino que se ofrecía las oraciones por las almas del purgatorio.
En la Iglesia católica básicamente todo el noviembre es un tiempo de reflexión, dedicado a las oraciones por las almas de los difuntos. También esto está relacionado con la celebración del día de la recuperación de la independencia 11 de noviembre 1918 tras 123 días de cautiverio aleman, ruso y austriaco, recordando a nuestros antepasados que lucharon por nuestra libertad, idioma, cultura.
Mientras en Polonia es una época melancólica, en algunos países, como Camboya, algunos países de América del Sur y Central o especialmente México, la fiesta de los muertos se celebra de manera alegre con bailes, diversión y desfiles. Eso no tiene nada que ver con el Halloween comercial, el día 31.10 de las almas condenadas, brujas, con raíces celtas, aunque lamentablemente por los medios de comunicación muchos se alejan de sus propias tradiciones en favor del comercialismo. La celebración del Día de los Muertos en México fue inscrita en la lista del patrimonio inmaterial de la UNESCO en 2008, tienen sus raíces en la época precolombina, se celebraraba en una fecha diferente, en agosto mes de Tlaxochimaca, el nacimiento de las flores según el calendario azteca, luego con la llegada de los españoles, adquirieron un carácter cristiano.
La Fiesta de los Muertos no es solo un recuerdo de los fallecidos, un agradecimiento por dejar huellas de sí mismos, sino también un sentimiento de unidad con los antepasados, encontrarlos, acostumbrarse a la muerte, reflexionar sobre su inevitabilidad, disfrutar de la vida terrenal y de los momentos que aún quedan, compartiendo con sus seres queridos. En México es una ocasión para las reuniones familiares más grandes. Se cree que las almas visitan la Tierra durante este tiempo.
Hay unos característicos coloridos desfiles (en los últimos años cada vez más espectaculares y comerciales que atraen a los turistas)es común la pintura de la cara, muchas veces el motivo principal de los maquillajes es „la Catrina” – una dama huesuda con sombrero a menudo con flores de colores,una personificación satírica, caricaturesca (sin embargo, esto no está relacionado con ” Santa Muerte „es una figura diferente, una santa folclórica con una guadaña, en la capucha, sin adornos). La imagen de la Catrina fue iniciada por un dibujante José Guadalupe Posada entre los siglos XIX y XX, ridiculizando a las mujeres mexicanas que querían parecerse a las mujeres europeas modernas, la llamó „garbancera”, se supone que haya llamado así las mujeres indígenas que vendían garbanzos en lugar de maíz negando sus raíces. La imagen fue popularizada por el famoso artista Diego Riviera, llamándolo „Catrina” creando así el arte mexicano auténtico de las calaveras de colores. No hay elementos de horror, sino más bien acostumbrarse a que cada uno de nosotros morirá algún día y solo quedarán huesos del cuerpo físico. La danza de la muerte, ante la cual todos son iguales, „danza macabra” es un tema común en la pintura medieval, es posible que haya llegado a México con los colonizadores españoles y se aclimató.
No tuve una oportunidad de estar en México en noviembre, solo en enero, pero estaba en una fiesta de baile de salsa en Playa del Carmen (Riviera Maya) donde había un ataúd con un altar porque el miembro de la banda que tocaba y cantaba había fallecido, así que se tocaba para él despidiendose. Esto no quiere decir que los mexicanos no se sientan tristes cuando alguien cercano fallece, pues sí también lo experimentan muchas veces con lágrimas, es una sensación humana de pérdida, pero intentan acostumbrarse a la muerte corporal, endulzar algo la tristeza, el dolor.
Los altares en honor a los difuntos están decorados con caléndulas (a menudo comunes en nuestros huertos familiares, provienen de México, también en el sudeste asiático suelen ser adornos en altares y tumbas). Los altares toman la forma de una torre, simbolizando el viaje del alma hacia el cielo. Se hacen ofrendas, se llevan regalos a los muertos. Muchos regalos son simbólicos. Se cree que las almas de los niños llegan el 1 de noviembre y las almas de los adultos el 2, si la tumba del difunto está demasiado lejos o no existe, se prepara un altar en casa. Entre los elementos de la decoración del altar son frecuentes:
- retrato del difunto, enfrente se coloca un espejo;
- Velas, el número depende de cuantas almas uno quiera recibir,pero en par para que no pierdan el camino, preferiblemente moradas, son un signo de duelo y fe, esperanza;
- incienso, cruz de cenizas, para que el alma llegue al altar y se limpie de la culpa si estuviera en el purgatorio;
- sal, mantel blanco que significa limpieza, alegría;
- las calaveras de azúcar tienen inscrito el nombre del difunto, a menudo con la adición de chocolate, tequila o amaranto, en la cultura mesoamericana se ofrecían calaveras como sacrificios a los dioses;
- pan de muerto – pan dulce con anís de diversas formas, que recuerda a una cocción similar a la de España para el „hueso de Santo” de Todos los Santos;
- papel picado de colores cortado en figuras, esqueletos y calaveras, sirve como un adorno que da un toque festivo;
- las flores – una decoración de tumbas, entre otras, caléndulas (Tagetes, „flores de muerto” cultivadas por los aztecas, en Nahault “Campasuhitl” significa “flor de veinte pétalos”) representan el color del sol y el flor de terciopelo para atraer almas, guiarlas, los niños pueden tener unas flores blancas que simbolizan la inocencia;
- arco de caña de azúcar y flores simbolizan el camino a la vida eterna, dejando el cuerpo terrenal;
- copales-minerales de las resinas de árboles tropicales (elemento precolombino) purificando energías, santificando el medio ambiente, ahuyentando los malos espíritus;
- agua– refleja la pureza del alma, la regeneración de la vida, un vaso lleno de agua es también para servir al difunto, para saciar su sed después del viaje desde el inframundo;
- calabaza en tacha, calabaza preparada en almíbar dulce con canela, fruto del tejocote, trozos de caña de azúcar y otros ingredientes según los gustos, las calabazas ocupan un lugar especial en la cocina mexicana precolombina y actualmente junto al maíz, frijoles y pimientos, que se cultivaba juntos;
- comida que le deleitaba a la persona fallecida, bebidas alcohólicas: mezcal, tequila, pulque o atole – bebida de maíz precolombino con melaza de azúcar, canela, cacao, anís, vainilla, hojas de naranja o frutas, por ejemplo, piña, guayaba, mango, coco;
- puede aparecer una imagen de las almas en el purgatorio – para pedir una salida del purgatorio, si la ánima estuviera allí;
- Los perros de Izcuintle aparecen en altares dedicados a los niños, los mexicas precolombinos creían que ayudaban a los niños a cruzar el río en su camino al paraíso.

https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/10-elementos-de-la-ofrenda-del-Dia-de-Muertos-20171023-0035.html
Una de las costumbres son las „calaveritas” – „rimas” – componer poemas, rimas infantiles satíricas y humorísticas, burlándose desde la perspectiva de la muerte de las características, el comportamiento de las personas aún vivas, especialmente de los políticos, y también de si mismo.
Existen diferentes costumbres según la región. En el norte de México se festejan más Todos los Santos, en la capital se limpian y decoran tumbas, se organiza un gran programa cultural y artístico con desfiles, el Mariachi ofrece sus servicios musicales.
En la región de Tlaxcala se celebra desde el 28 de octubre, cada día dedicando a un grupo diferente de muertos, según el tipo de muerte (en las culturas aztecas y mayas, las almas iban a otra parte según las circunstancias de su salida del mundo). 28.10 fallecidos en accidentes (se llevan cruces,velas y caléndulas a las tumbas), 30.10 – niños antes de nacer o sin bautismo (se traen flores), 3.10 – niños hasta 12 años (se trae sus juguetes favoritos), 1.11 – a partir de los 13 años de muerte natural (se lleva sus comidas favoritas a los difuntos), 2.11 despues mediodía es la partida de las almas, el día de la elevación de altares, gran celebración.
En Aguascalientes se realiza una „fiesta de calaveras”, un desfile de 5.000 participantes con carros alegóricos,con un programa artístico y cultural, una nueva costumbre del siglo pasado en homenaje al dibujante José Guadalupe Posada, iniciador de la imagen de „La Catrina”.
En Morelos no solo conmemora a los que se fueron, sino que también habla con ellos sobre temas de actualidad. La montaña mística con la pirámide azteca Tepotzlán es un lugar especial y allí se erige un altar para rendir homenaje a los antepasados.
En Michuacan los rituales son sublimes, las mujeres contemplan, lloran con la luz de las velas y rezan por las almas. A la medianoche del 1.11, las mujeres con niños llevan pañuelos bordados a las tumbas, flores, rezan y cantan. Las ceremonias especiales se llevan a cabo en Isla de Janitzio en el lago de Pátzcuaro, donde navegan por la noche con las ofrendas, comida para crear altares en la isla. Se forma una procesión iluminada por los cirios, acompañada por los cantos religiosos y olor de flores cempaxúchitl.
En la región de Huaquechula, Puebla, los altares son de enormes dimensiones, en forma de torres con niveles, hasta de 3-4 metros para los que fallecieron en un año determinado. Se instala en la calle una ofrenda de „ánima sola” para las almas solitarias, quienes nadie espera.

En Oaxaca se prepara las ofrendas de los “angelitos” componiendo canastas con frutas, pan, velas y hojas de zapote que sirvan como servilletas para los muertos. Se están preparando alfombras de flores. También hay vigilia en los cementerios con velas, platos tradicionales como tamales, mole, pan de muerto con anís, frutas, bebidas.

En Tabasco se cree que todo noviembre los muertos están presentes en la Tierra y que en cualquier día del mes se pueden dedicar oraciones, aunque por supuesto los días básicos son el 1 y 2 de noviembre.
En la región de Chiapas, el 1 de noviembre llama, invita a las almas, y el 2 de noviembre se despide de ellas. Al mismo tiempo, también se celebra la fiesta de la cosecha según el calendario maya.
En la región Huasteca el nombre de la fiesta „xantolo” significa „fiesta de las almas”. Durante este tiempo, se celebraba la cosecha de maíz y otros cultivos junto con los fallecidos, creyendo que los cuerpos se irían pero las almas permanecerían.
En la Península de Yucatán, el nombre maya de la fiesta de los muertos, „Hanal Pixán” significa „alimento para las almas”. El 31 de octubre está dedicado a los niños que han fallecido, el 1.11 a los adultos y el 2.11 para Todos los Santos. Al final de ochavario se va al panteón con oraciones y un atol de maíz, se instala un altar “ánima sola” para las almas que no tienen a dónde ir o no tienen nadie que las recuerde. Existe la costumbre de hacer tamales grandes, es un platillo de origen precolombino compuesto de masa de harina de maíz rellena de arroz, vegetales, carne, salsas o frutas,son saladas, picantes o dulces, envueltos con hojas de maíz, plátano u otras hojas,cocinados al vapor. En este día se entierran los tamales y otros platos tradicionales. En algunos lugares, como Campeche, la familia del difunto desentierra los huesos de la tumba, los limpia y los vuelve a envolver en servilletas bordadas para esta ocasión.
tamales Campeche Campeche limpiando los huesos
En muchos países de América Latina existen varios costumbres de las celebraciones del Día de Muertos un poco similares, pero con diferencias, por ejemplo en Guatemala es más silencioso, la gente va al cementerio y pasa la noche con los familiares fallecidos. En Bolivia se crea un altar a veces de 3 o 4 niveles en forma de casa para que las almas puedan reunirse y comunicarse en compañía de la música y las plegarias. El altar se cubre con una tela negra o violeta cuando el difunto era adulto, o blanco cuando era joven. Encima del altar se pone cosas que uno quiera regalar al difunto, objetos que le pertenecían, fotos, velas, objetos sagrados, comida para ofrecer al vicitante, panes de diversas formas como escaleras, estrellas, cruces, caballos, figuras de pájaros en los que las almas descienden a la Tierra y luego regresan al lugar de donde vinieron.
La Paz, Bolivia, Nov. 1, 2016(AP Photo/Juan Karita)
Hay grupos de personas, principalmente niños, que van de casa en casa y ofrecen sus oraciones por las almas a cambio de dinero, comida y bebida. Se cree que las almas llegan al mediodía del 1.11 y parten a la misma hora al día siguiente. El 2 de noviembre, los elementos del altar son llevados al cementerio, donde se pasa toda la noche, se da de comer a quienes rezan por las almas. En el pasado, los muertos eran sacados de las tumbas, lo que se prohibió durante la conquista.